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Última actualización: Oct 25th, 2022 - 14:37:00


Labranza de conservación para la rotación soya-cártamo en la Planicie Huasteca
INIFAP
Oct 25, 2022, 14:18

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El objetivo es lograr una agricultura sustentable y rentable a largo plazo.

Las prácticas de la labranza de conservación fomentan la sustentabilidad y rentabilidad de la agricultura a largo plazo a través de la remoción mínima del suelo, rotación de cultivos y retención de residuos de cosecha.

La agricultura se ha practicado y registrado desde hace miles de años. En las últimas décadas, el suelo es preparado con implementos como el arado, la rastra y bordeadora. Estos implementos remueven, voltean, mullen intensamente y bordean el suelo. La preparación convencional es costosa, además, cuando el suelo se queda sin cobertura está propenso a la erosión eólica e hídrica, y más, si se han incrementado los costos de combustibles, aditivos, adquisición, mantenimiento de tractores, implementos y mano de obra. En conjunto, contribuyen a la degradación del suelo y al calentamiento global. Situación que obliga a generar tecnología que promueva la conservación del suelo y fauna, así como fomentar la sustentabilidad y rentabilidad de la agricultura a largo plazo.

El objetivo principal de esta tecnología validada es lograr una agricultura sustentable y rentable a largo plazo, y es dirigido para mejorar el sustento de los agricultores mediante la aplicación de los tres principios de la labranza de conservación: Remoción mínima del suelo, rotación de cultivos y retención de residuos de cosecha.

La remoción mínima del suelo en la planicie huasteca es a través de un paso de cinceles y uno de rastra. Mientras que la rotación de cultivos es mediante la siembra de soya, sorgo, maíz y cártamo. La retención de residuos de cosecha en soya y cártamo es el 70 por ciento mientras que para sorgo y maíz puede variar entre 50 y 100 por ciento.

La tecnología consiste en sembrar soya (Glycine max) en Primavera-Verano (PV) y cártamo (Carthamus tinctorius) en Otoño-Invierno (OI), respectivamente. En el ciclo PV, la preparación de suelo es bajo el esquema de labranza de conservación, en términos prácticos, un paso de cinceles, uno de rastra y el bordeo. Una vez cosechado el cultivo de soya, se siembra cártamo sin realizar labores mecánicas de preparación de suelo, dicho de otro modo, siembra directa en el ciclo OI. Para obtener los rendimientos potenciales, se recomienda seguir las prácticas esenciales (fechas de siembra, uso de semilla certificada, control de plagas y enfermedades) de los paquetes tecnológicos para la producción de soya y cártamo en la región Planicie Huasteca generados por el Campo Experimental Las Huastecas del INIFAP.

En condiciones de un buen temporal, alrededor de 700 milímetros de precipitación pluvial, se obtienen rendimientos de soya y cártamo en promedio 1.85 y 1.0 tonelada por hectárea, respectivamente. El uso de la tecnología ahorra 43 por ciento por concepto de preparación de suelo, en consecuencia, se reduce la emisión de carbono por el uso de combustibles. Además, la retención de residuos de cosecha beneficia las propiedades fisicoquímicas y biológicas del suelo. Como beneficio adicional del cártamo, las raíces del cultivo forman grietas hasta 50 centímetros de profundidad para captar agua al final de la cosecha.

La preparación convencional del suelo tiene un costo de 75 litros de diésel mientras que la labranza de conservación es de 40 litros. Aunque la diferencia de costos de producción (de siembra a cosecha) de ambos cultivos es alrededor de 900 pesos por hectárea, se incrementa significativamente el ingreso alrededor de 27 mil pesos por hectárea. Esto equivale, un beneficio/costo de 2.6 con labranza de conservación mientras que con labranza convencional el beneficio/costo es de 1.95.

Con la aplicación de los principios de la labranza de conservación, se obtienen beneficios económicos y ambientales. Los costos de preparación de suelo son reducidos hasta un 40 por ciento. A largo plazo, se conserva y mejora las propiedades del suelo y la sustentabilidad agrícola de la región huasteca. La tecnología de labranza de conservación apoya a los productores de soya y cártamo. Esta información es dirigida a productores del sistema producto oleaginosas de la Planicie Huasteca que abarca el sur de Tamaulipas, oriente de San Luis Potosí y norte de Veracruz.


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