| Última actualización: Feb 11th, 2022 - 09:25:19 |
En este año se ha presentado un nivel de lluvias por abajo del promedio histórico y está afectando el ciclo agrícola primavera-verano y las actividades pecuarias en el campo mexicano.
De acuerdo con la información del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el registro de lluvias de enero a julio del 2009 acumuló 295.3 milímetros, mientras que en el 2008 el registro fue de 424.7 milímetros, en tanto que el promedio histórico para los primeros siete meses es de 361.5 milímetros y el promedio de los últimos 20 años es de 348.4 milímetros.
Desde 1990, el nivel de lluvias de los primeros siete meses fue superior al promedio histórico en sólo siete años, mientras que en 13 años las lluvias fueron inferiores; en los años de 1994, 1996, 1998 y el 2009 se registraron los niveles de lluvia más bajos, con una lámina acumulada inferior a los 300 milímetros.
En 30 entidades federativas los niveles acumulados de lluvia durante los primeros siete meses del 2009 son menores que el promedio histórico (de 1941 al 2008), en 12 estados la diferencia negativa de lluvias con respecto al promedio supera los 100 milímetros, sólo en Chihuahua y Nayarit dicho nivel es superior al promedio.
Ahora bien, el pronóstico de lluvias para el resto de este año refleja que en los meses faltantes las lluvias estarán entre 4 y 7 puntos porcentuales por abajo del nivel promedio, como consecuencia de las condiciones del fenómeno El Niño que se estableció desde julio pasado en el pacífico ecuatorial.
Si se cumplen las condiciones pronosticadas, en los meses de agosto a diciembre del 2009 estaremos presenciando un año con condiciones muy difíciles para la agricultura de temporal, ya que su ciclo productivo se basa en la humedad que proporciona la temporada de lluvias.
Por el lado de la agricultura de riego, debido a los buenos niveles de almacenamiento de agua en las presas para riego registrados durante el 2008, es de esperar un ciclo otoño invierno 2009-2010 con disponibilidad de agua suficiente y prácticamente normal.
Pero si se presentan las condiciones climatológicas pronosticadas de El Niño y la escasez de lluvia se prolonga durante el 2010, se puede esperar que para el ciclo otoño-invierno 2010-2011 se reduzca la disponibilidad de agua en las principales zonas de riego, que se abastecen de los almacenamientos de agua en las presas.
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