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Rotación de Cultivos (Primera parte)

Feb 28, 2007, 10:00

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ROTACIÓN DE CULTIVOS  (Primera parte)

 

Un sistema de rotación de cultivos diversificado consiste en sembrar diferentes tipos de cultivos en secuencias planificadas. Esto contrasta con el uso de uno o dos cultivos en toda la superficie o tasas riesgosas de variación de la superficie de cultivos y  secuencias sin considerar factores agronómicos o ambientales.

 

El interés en diversificar los sistemas de producción se ha incrementado recientemente debido a numerosos factores. Precios bajos en los comodities relativos a los costos de fertilizante, maquinaria, labores y agroquímicos han llevado a los productores a examinar maneras de reducir estos costos. Sumado a esto, la presión de la selección natural resultante de larga historia de rotaciones poco flexibles y monocultivos ha ocasionado cambios de especies, resistencia, y/o cambios en los hábitos tradicionales de las plagas que han resultado en pérdidas de rendimiento y/o el uso de tecnologías de alto precio.

 

La aplicación correcta de la planificación de rotaciones puede incrementar los

rendimientos y reducir los costos. El mantener y mejorar el suelo y su fertilidad afecta positivamente la economía de todo el establecimiento al reducir la presión y resistencia de malezas, insectos y enfermedades; distribuir las cargas de trabajo para reducir costos fijos de maquinaria y labores; proveer tiempos óptimos de siembra y cosecha; y diversificar el ingreso y distribuir el riesgo climático.

 

Intensidad de la rotación

 

La intensidad de rotación es el nivel de demanda de agua creado por la rotación. Cultivar frecuentemente e incluir una proporción mayor de cultivos que tienen un elevado consumo de agua en una rotación incrementará la intensidad. El nivel de consumo de agua por el sistema debería ser equivalente al agua disponible bajo condiciones normales. Si los lotes están demasiado húmedos, la rotación usada necesita de mayor intensidad. Si los lotes están demasiado secos, la intensidad es demasiado elevada. Usar rotaciones que tienen momentos de alta y baja intensidad o emplear múltiples rotaciones que varían en intensidad ayuda a proteger contra condiciones climáticas variables.

 

La capacidad de almacenaje de agua del suelo y las características de liberación de agua son consideraciones importantes en determinar la intensidad de rotación apropiada. Suelos profundos con texturas francas y altos contenidos de materia orgánica soportarán la mayor intensidad en cualquier clima. Suelos poco profundos y con limitaciones en la profundidad de desarrollo radicular, texturas arenosas, y/o bajos contenidos de materia orgánica limitan la intensidad de rotación posible.

 

El suelo y las características climáticas juegan un papel importante en determinar cuán adecuada es la intensidad alcanzada. Por ejemplo, una rotación trigo-mijo-canola tiene la misma intensidad promedio que una rotación trigo-sorgo-barbecho. La última rotación no  sería adecuada en un suelo con capacidad de almacenaje de agua limitada ya que este suelo no puede almacenar humedad en profundidad del barbecho y el trigo para ser usadas por el sorgo. De un modo similar, la primera rotación no sería apropiada para un suelo profundo con una alta capacidad de almacenaje de agua ya que ninguno de estos cultivos es capaz de explorar lo suficientemente profundo en el suelo como para utilizar su capacidad por completo.

 

Ya que la labranza consume agua, las rotaciones en siembra directa (en casi todos los casos) deben ser de mayor intensidad que en donde se realiza labranza. La falta de uso del agua extra en un suelo bajo siembra directa incrementa las malezas y enfermedades, disminuye la rentabilidad, incrementa los problemas de napas salinas, etc. En zonas áridas y sub-húmedas donde las rotaciones basadas en labranza contienen barbecho y/o una proporción sustancial de cultivos de bajo consumo de agua, la intensidad puede ser incrementada eliminando o disminuyendo la cantidad de barbecho usando cultivos de cobertura en lugar de barbecho (barbecho verde), disminuyendo el

período de barbecho, y/o cultivando o incrementando la proporción de cultivos de alto consumo de agua. En zonas húmedas donde las rotaciones convencionales consisten por completo en cultivos con alto consumo de agua, la intensidad es incrementada usando doble cultivo y/o prácticas de cultivos de cobertura.

 

Varias generaciones de experiencia en un área han probablemente encontrado el nivel de intensidad apropiado para sistemas basados en labranza. Esto no es tan así con sistemas de siembra directa, otros puntos de vista son necesarios para determinar y probar intensidades de rotación iniciales cuando la labranza no va a ser utilizada. Una alternativa es utilizar resultados de investigación local en rotaciones bajo siembra directa y experiencias de vecinos que hacen siembra directa bajo condiciones de suelo y climática similares.

 

La otra alternativa es usar un método simplificado de calcular intensidad de rotación promedio. Esta alternativa permite comparaciones de rotaciones que difieren de las rotaciones usadas localmente.

 

Para aquellos productores en donde la investigación en siembra directa y la experiencia de productores no está disponible, dos métodos son útiles:

 

Los mejores resultados en experiencias de productores en SD en áreas que tienen características de vegetación nativas similares al área en estudio. Los tipos de vegetación nativa que se desarrollan en cualquier sitio son indicativos de la relación que existe entre el clima (precipitaciones, temperatura, etc) y las características del suelo. Ya que estos son los factores que determinan la intensidad de rotación apropiada, zonas que comparten vegetación nativa similar también requerirán intensidad de rotación similar.

 

Cultivos y métodos usados para obtener este nivel de intensidad pueden diferir

dependiendo de las circunstancias. Otro método ha sido usado con éxito en la zona en cuestión con labranza tradicional. El punto inicial es calcular la intensidad usando el procedimiento de la página 4. Luego, incrementando la intensidad de rotación por un factor de 33 a 300%. El valor menor se aplica donde las características del suelo, clima, o alternativas de cultivo limitan severamente la habilidad para almacenar agua o utilizar agua a profundidades mayores en el perfil del suelo. El mayor incremento se aplica a situaciones con excelentes características de suelo, donde los niveles de residuos en superficie son mantenidos en altos niveles, y el productor tiene la habilidad de soportar años de bajos ingresos ocasionales a cambio de rentabilidad promedio potencialmente superior.

 

El alcanzar la intensidad de cultivo apropiada para cualquier situación particular de productor asegura que la cantidad más eficiente de agua está disponible para los cultivos en la rotación. No significa que nunca hayas déficits hídricos o que problemas con exceso de agua no ocurrirán, es sólo que la probabilidad de que estos problemas ocurran ha sido minimizada lo máximo posible de acuerdo al clima y características del suelo, el sistema de labranza usado y las preferencias del productor. Algunos productores pueden optar por usar intensidades en el límite inferior del rango apropiado que incrementa la probabilidad de excesos hídricos disminuyendo las probabilidades de sequía.

 

 

 

Otros pueden elegir intensidades cerca del límite superior del rango. Y aún otros usarán combinaciones de intensidades de rotación para distribuir los riesgos. Se sabe que los esfuerzos para alcanzar intensidades de rotación adecuadas están relacionados con el compromiso de crear diversidad adecuada en la rotación de cultivos. Esto asegura que las plantas están sanas con sistemas radiculares sanos que pueden tomar ventaja del agua disponible sin tener que compartir ese recurso con excesiva cantidad de malezas o perder potencial de rendimiento por enfermedades, insectos o deficiencias nutricionales.

 

 Fuente:  AAPRESID


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