Panorama
La soya, un objetivo potencial de cualquier represalia China contra EU
Por Expansión
Jul 13, 2018, 15:34


Una de las mayores industrias agrícolas de Estados Unidos teme encontrarse en la mira de China si el presidente estadounidense, Donald Trump, sigue aumentando las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.

China es el mayor comprador mundial de soya de Estados Unidos. Importó un valor de 14,000 millones de dólares (mdd) en granos de soya en 2016, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

“Si hubiera mayores tensiones comerciales, la soya podría ser un objetivo potencial de cualquier represalia china”, dijo Paul Burke, director regional para Asia del Norte del US Soybean Export Council.

Esa es una gran preocupación para una industria que sostiene decenas de miles de empleos en Estados Unidos, muchos de ellos en estados que votaron por Trump en las elecciones de 2016.

Trump ya irritó a Beijing al imponer aranceles a los paneles solares el mes pasado. Ahora tiene hasta abril para decidir si acepta la recomendación del secretario de Comercio, Wilbur Ross, de tomar medidas para restringir las importaciones de acero y aluminio.

El Ministerio de Comercio chino dijo que si la decisión final de Trump sobre los metales “afecta los intereses de China, tomaremos las medidas necesarias para defender nuestros derechos”.


Un comercio global que ayuda a las zonas rurales de E.U.


Burke, cuyo trabajo lo pone en contacto regularmente con funcionarios chinos, dice que Beijing tiene varias opciones para poner presión sobre la soya estadounidense. Una sería restringirle el acceso al enorme mercado de China.

Una indicación de cómo podría funcionar eso llegó a principios de este mes cuando Beijing dijo que estaba investigando si Estados Unidos estaba realizando dumping (vender a precios artificialmente muy bajos) del sorgo en sus mercados. China importó poco menos de 1,000 mdd de sorgo de EU el año pasado, según datos chinos.

Otro enfoque sería que China redireccione más de su negocio de soya a otros grandes productores como Brasil.

En cualquier caso, el resultado final perjudicaría a los agricultores estadounidenses y a otros negocios que prosperan con dólares provenientes de la soya.

“Tu restaurante local, tus médicos locales y otras compañías similares”, dijo Burke. “Este comercio ayuda a que el Estados Unidos rural sea un buen lugar para vivir”. Los funcionarios chinos “entienden muy claramente los puntos de presión política en Estados Unidos, ya sea en el Congreso o en las cámaras estatales, y ciertamente en la Casa Blanca”, dijo Randal Phillips, quien dirige la oficina en Beijing de Mintz Group, una firma que ayuda a las empresas a identificar riesgos.



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