Editoriales
Métodos globales, decisiones locales
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Apr 30, 2012, 00:00

Una de las principales tareas de los que integramos al Sistema Producto es aumentar la producción y la productividad de las oleaginosas en las distintas regiones del país. Una tarea difícil, más no imposible; siempre y cuando se siga un modelo de equilibrio integral con métodos globales y decisiones locales que responda a las características agroecológicas y sociales de cada rincón.

Con el modelo de equilibrio integral-regional, acorde con la oleaginosa que se siembra, el Comité promueve el aprovechamiento “al máximo” de los muchos o pocos recursos que tienen los agricultores. Todo ello con el objetivo de aumentar sus ingresos, hacer más eficiente el uso del agua, la energía, la tecnología y mejorar la coordinación con instancias gubernamentales y sociales. Los que integramos el Sistema Producto proponemos el mejor uso de maquinaria, fertilizantes, selección de variedades de semillas convencionales y OGM, entre otras acciones tendientes a solventar necesidades actuales y, desde hoy, nos preparamos para enfrentar el aumento de la población y los efectos del cambio climático que ya se reflejan en sequías prolongadas y lluvias atípicas.

Las metas son importantes y las comparaciones, aunque detestables, en la mayoría de los casos son útiles. ¿Cuál es el rendimiento promedio de soya en Estados Unidos? ¿En Brasil? ¿En Argentina? Por ejemplo, mientras que en Brasil, con enormes extensiones de tierra, tecnificación, disponibilidad de agua y semillas de calidad el rendimiento por hectárea es de 2.9 toneladas, en México, con la cuarta parte de los recursos con los que cuenta Brasil el rendimiento es de 1.1 toneladas por hectárea. Entonces ¿Cómo incrementar los rendimientos? Para dar respuesta a esta pregunta, el Comité sugiere poner especial atención a varias acciones precisas en conjunto, como la fecha de siembra, selección de semilla, pruebas de calidad de suelo, medidas para evitar pérdida de nutrientes, aplicación adecuada y a tiempo de fertilizantes, rotación de cultivos, gestión de plagas y enfermedades, labores de conservación de suelo y, sobre todo, el buen uso del agua y una buena trilla.

Hay que tener presente el aspecto socio-cultural. Por esta razón, en el Sistema Producto Oleaginosas consideramos indispensable escuchar al agricultor, aceptar sugerencias y procurar el diálogo. Así mismo, sabemos que es necesario tomar muy en serio la palabra de los industriales, porque sabemos que requieren de las mejores semillas para fabricar pastas y aceites de calidad internacional.



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