Alternativas para el Desarrollo
En extensionismo Agrícola se requieren técnicos especialistas en los cultivos
Por Extracto del artículo: Extensionismo, productividad y sustentabilidad, publicado en la REVISTA ANIAME. Atanasio Espinosa*
Feb 29, 2012, 00:00

Hace varios lustros en México se contaba con un servicio de extensión agrícola, que desapareció en parte porque perdió eficacia y en parte por la irrupción de un nuevo paradigma que llevó a reducir drásticamente la estructura ocupacional de la Secretaría del Ramo, y llevó a suponer que después de un periodo de transición, durante el cual serían decrecientes los apoyos públicos para pagar el servicio de extensión agrícola, los propios agricultores podrían pagar este servicio con la ventaja de que podrían seleccionar directamente a los prestadores de servicio; pero esto no sucedió, por la mediación de factores tan importantes como el minifundio que no permite generar excedentes, y porque la banca de desarrollo rural también cambió, para permitir que cada quien decidiera como utilizar el crédito, y el número de acreditados se redujo constantemente.

En la década anterior, con la puesta en marcha del PROMAF (Proyecto Estratégico de Apoyo a la Cadena Productiva de los Productores de Maíz y Frijol), en alguna medida se reinició la prestación del servicio institucional del extensionismo, y actualmente la Subsecretaría de Desarrollo Rural trabaja en la construcción de un nuevo sistema de extensionismo rural, en que se tiene prevista la participación de las instituciones de educación superior ubicadas en cada región.

El hecho de que se retome el servicio de extensionismo rural y se le conciba como un bien público que, por tanto, corresponde al estado poner y mantener en marcha, constituye una excelente decisión, de la que cabe esperar resultados incluso en el corto plazo, pero cuyos mejores frutos se darán en el largo plazo, cuando se hayan resuelto las limitantes que irán apareciendo en el camino, como es el caso de la ausencia de expertos en las diferentes ramas de producción primaria.

En el sector agrícola de México, es frecuente que los niveles de productividad se ubiquen por debajo de los potenciales porque no se están usando eficientemente los recursos productivos de que se dispone, simplemente porque no se sabe cómo hacerlo y, por tanto, se necesita el apoyo de los que si saben, el apoyo de los expertos.

¿Dónde están los expertos?

En México contamos, afortunadamente, con especialistas para más de 20 diferentes ramas de la ciencia agronómica, tanto en el nivel de licenciatura, como de maestría y doctorado.

Pero en el ámbito de la asistencia técnica, teniendo presente la reducida escala de la gran mayoría de las unidades de producción, hacen falta especialistas que conozcan todo acerca de uno o varios cultivos; es decir, profesionales por cultivo que puedan asesorar sobre la variedad de semilla a utilizar; sobre la correcta nutrición de los suelos, la fecha de siembra, el combate de plagas y enfermedades, el método de riego y la cantidad de agua que debe aplicarse, la maquinaria conveniente para sembrar, cultivar y cosechar, el adecuado almacenamiento, etc.

En México tenemos muy pocos profesionales así o son muy escasos

Cuando en el Comité Sistema Producto Oleaginosas se necesitaba capacitar a una veintena de agrónomos para que apoyaran la promoción del cultivo de canola y en su caso asesoraran en todas las fases del proceso productivo, se esperaba que uno o dos especialistas en el cultivo pudieran encargarse de la capacitación, pero la primera oferta que se recibió comprendía la participación de 6 ó 7 doctores en diferentes ramas del conocimiento agronómico: fitotecnia, edafología, parasitología, maquinaria, almacenamiento, irrigación, etc., pero no se incluía ningún conocedor del cultivo.

Los especialistas de este tipo se forman en el terreno de la práctica y a lo largo de muchos años, pero el tiempo podría acortarse considerablemente si en los planes de estudio de nuestras universidades y escuelas agropecuarias se incorporan las especialidades por cultivo o grupo de cultivos, capaces de guiar a los productores a la incorporación de los avances tecnológicos específicos y capaces de retroalimentar a los centros de investigación para que estos guíen sus actividades a la solución de necesidades concretas.

¡Vale la pena examinar la posibilidad y conveniencia de hacerlo¡

*Atanasio Espinosa Ramírez. Egresado de la Facultad de Economía de la UNAM. Especializado en temas agrícolas, hoy es Gerente especializado en el Fideicomiso de Riesgo Compartido de SAGARPA y tiene a su cargo el Programa de Fortalecimiento de los Sistemas Producto.



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