Alternativas para el Desarrollo
INIFAP demuestra tecnología de producción de girasol en Tamaulipas
Por Hipólito Castillo Tovar y Javier González Quintero*
Sep 30, 2011, 12:00

 

El girasol es un cultivo con excelente potencial productivo para Tamaulipas, sobre todo como alternativa incorporada a los sistemas de rotación de cultivos. Por otra parte, existe interés y demanda por la industria aceitera nacional por esta oleaginosa con énfasis en aceites altos en acido graso oleico que son los más adecuados para el consumo humano y beneficia la salud de las personas.

Otras líneas de interés por la industria son el uso de variedades para su consumo humano como botana (confiteras) y el uso de variedades medio oleicas para la elaboración de biodiesel, ya que a causa de los desastres atribuidos al cambio climático la mayoría de los gobiernos del mundo están comprometidos a que en el corto plazo se cuente con toda la tecnología para la elaboración y uso de bioenergéticos, con los que se ha estimado disminuirá significativamente el daño al medio ambiente por el abuso en el uso de los combustibles derivados del petróleo.

La demostración de campo se llevó a cabo el día 12 de mayo de 2011, en el INIFAP-Campo Experimental río Bravo; en el evento, el Ing. Javier González Quintero, investigador de la Red de Oleaginosas Anuales del INIFAP, destacó que se cuenta con los paquetes tecnológicos para la producción de esta especie oleaginosa en los ciclos agrícolas O-I “temprano” y P-V “tardío” del norte de Tamaulipas, para condiciones de riego y de temporal, debiendo únicamente actualizar la información referente a variedades, específicamente del tipo alto oleico.

Con respecto a la fecha de siembra, el Ing. González Quintero destacó que los periodos óptimos son: en el O-I, en áreas de temporal del 15 de febrero al 10 de mayo y en riego del 15 de marzo al 30 de abril; en tanto que en el P-V en condiciones de temporal, del 1 de agosto al 10 de septiembre.

La siembra se hace en surcos sencillos a una profundidad máxima de 4 a 6 cm, con densidades de población de 50,000 plantas por hectárea en condiciones de temporal y de 62,500 plantas por hectárea en riego, para lo cual se requiere de aproximadamente 4 y 5 kg/ha de semilla, respectivamente.

Con respecto a requerimientos de humedad del cultivo, el Ing. González Quintero destacó que para lograr el potencial de rendimiento del girasol se requieren dos riegos de auxilio o su equivalente en lluvia. El primero a los 40 y el segundo a los 65 días después de la siembra. En el ciclo tardío es común que con un riego sea suficiente y este se da a los 50 días después de la siembra.

El control de maleza puede ser mediante escardas mecánicas o con herbicidas pre-emergentes como trifluralina o pendimetalina o en post-emergencia con clethodim o sethoxidim aplicados en dosis de 1.9, 3.0, 0.4 a 0.6 y 1.5 a 2.0 litros por hectárea de producto comercial, respectivamente.

Asistencia y Participación

Entre la concurrencia al evento se destaca la asistencia del M.C. Clemente Mora Padilla, Presidente del Comité Estatal del Sistema Producto Oleaginosas en San Luis Potosí; Ing. Jaime Sánchez Ruelas, Comisario de la Fundación Produce Tamaulipas, A.C.; Sr. Mortimer Cabrera Gutiérrez, Presidente de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas y del Patronato para la Investigación, Fomento y Sanidad Vegetal, y del Lic. José Alberto Anzaldúa, empresario semillero impulsor del cultivo de girasol.

Los C. Cabrera Gutiérrez y Sánchez Ruelas felicitaron al INIFAP por la búsqueda, evaluación y transferencia de opciones tecnológicas para la producción agrícola regional. Por su parte el M.C. Mora Padilla explicó que en estos momentos la siembra de oleaginosas cuenta con apoyos del gobierno federal del orden de $ 1,500.00 por tonelada, lo que se hace aún más atractiva la producción de girasol; además señaló que la industria estaba formalizando contratos a un precio de $ 6,000.00 por tonelada, que también financiaban la semilla para siembra y que sólo se requería que se sembraran al menos 500 hectáreas, lo más compactas posible, para facilitar la logística de manejo del cultivo y la recepción de la cosecha.

* Hipólito Castillo Tovar y Javier González Quintero son investigadores del INIFAP-Campo Experimental Río Bravo.



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