Panorama
Nuevos montos de Ingreso Objetivo Mínimo para los ciclos agrícolas OI 2008-2009 al PV 2013 no alientan la siembra de oleaginosas
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Feb 28, 2009, 10:00

El pasado 2 de enero de 2009 la SAGARPA publicó los nuevos montos de Ingreso Objetivo Mínimo para los productos elegibles. El ingreso objetivo es un componente del Programa de Atención a Problemas Estructurales (Apoyos compensatorios). Dentro de los productos elegibles destacan las oleaginosas canola, soya, cártamo y girasol.

Es importante destacar que el girasol no era considerado en el Programa de Ingreso Objetivo anterior, y ya se incluye en las modificaciones a las reglas de de operación de 2009. Otros cultivos que también se incorporaron fueron trigo cristalino y avena. Estos nuevos montos estarán vigentes desde el ciclo OI 2008-2009 y hasta el PV 2013.

En términos absolutos, las oleaginosas (soya, cártamo y canola) subieron de precio, sin embargo, con relación al incremento de los precios de los cultivos que se pretenden sustituir: trigo, sorgo y maíz, las oleaginosas quedaron en desventaja, pues se fijaron los factores en niveles que no guardan la diferencia mínima entre los cultivos que los haga indiferentes al productor de sembrar uno u otro.

Cultivo

IO 2003 ($/ton)

Factor

IO 2009 ($/ton)

Factor

Incremento en Factores (%)

Maíz

$1,650

1.00

$2,100

1.00

0.0

Sorgo

$1,270

0.77

$1,785

0.85

10.53

Soya

$3,000

1.82

$4,200

2.00

10.49

Cártamo

$3,300

2.00

$4,200

2.00

0.0

Canola

$3,500

2.12

$4,515

2.15

1.41

Trigo panificable

$1,800

1.09

$2,730

1.30

19.26

Trigo cristalino

No incluido

 

$2,415

1.15

 

Girasol

No incluido

 

$4,200

2.00

 

El incremento de los factores de equivalencia maíz, crecieron más en los cultivos de trigo (19%) y sorgo (10.53%), respecto a las oleaginosas soya (10.49%), canola (1.41%) y cártamo (0%).

En estas condiciones, los niveles actuales de ingreso objetivo alientan al productor a seguir sembrando básicos y en ninguna forma se incentiva la siembra de oleaginosas.

Ante tal escenario, se requiere un esquema con el que se equilibren los factores de equivalencia, que hagan indiferente al productor sembrar uno u otro cultivo, privilegiando de esta manera tanto la vocación natural de la tierra, como la competencia por esta entre las industrias compradoras de granos y oleaginosas, lo cual a su vez redundará en un mejor precio para el productor por sus cosechas.

 



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